Fascinado por la literatura medieval, Apollinaire quiso actualizar su tradición erótica en la más radical contemporaneidad. Lector de Sade (fue su primer apologeta moderno), conjugó las antiguas convenciones poéticas del amor con la literatura libertina para situar la carnalidad en el centro de una creación sin límite, un lirismo que estalla en pasión posesiva y generosa, despótica y desprendida a la vez, y que, en plena guerra europea y con Apollinaire voluntario en el frente, es juego, mágico universo privado y resumen de la vida toda. Apollinaire conoció a Lou (Geneviève Marguerite Marie-Louise de Pillot de ...